A día de hoy, nuestros ojos sufren más estrés que nunca. Nos tiramos horas y horas delante de pantallas en el trabajo, más pantallas a la hora del ocio y aún más pantallas hasta a la hora de dormir. Sabiendo esto, no es ninguna sorpresa que cada vez más gente sufra de problemas en los ojos.
Estos problemas son una molestia diaria y nos obligan a usar correctivos externos tales como gafas o lentillas, y todos sabemos lo incómodo que esto puede llegar a ser.
Para estos casos, lo mejor es recurrir a los tratamientos de láser oculares.
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¿Cuáles son los beneficios de los tratamientos de láser oculares?
Tu calidad de vida mejorará de forma considerable al no necesitar lentillas ni gafas. A decir verdad, tienes más riesgo de contraer infecciones con las lentillas que en la cirugía propiamente dicha.
Por otro lado, la cirugía láser está probada como segura y efectiva. Sin embargo, y para asegurarnos de un resultado deseable, es importante elegir a un cirujano experto y cualificado, con experiencia demostrada en la cirugía láser que vayamos a elegir.
El procedimiento es rápido y por lo normal, indoloro. El láser está guiado por un ordenador, lo que quiere decir que es muy preciso, consiguiendo así unos resultados óptimos.
Con estos tratamientos es posible arreglar la mayoría de niveles de miopía, hipermetropía y astigmatismo.
¿Y las desventajas?
En algunos casos —especialmente en personas con pupilas grandes— empeora la visión nocturna. Los resultados pueden variar de paciente a paciente (corrección de más o de menos).
Por lo general, este tipo de cirugía causa sequedad en los ojos de manera transitoria. Para evitar esto, es necesario humedecerlos con frecuencia.
Por supuesto, no todo el mundo es un candidato idóneo para este tipo de tratamientos, por lo que una entrevista y un estudio previo son imprescindibles.