Hoy día, el ritmo de vida tan ajetreado que llevamos nos dificulta encontrar el tiempo necesario para cuidarnos y luchar contra el efecto del paso del tiempo. La juventud es sinónimo de belleza, por lo que todos nos esforzamos en poder luchar contra la huella que los años dejan en nuestro rostro. Una de las herramientas más socorridas en este aspecto es el peeling facial. ¿Aún no has probado sus resultados? ¡Merece la pena!
Tabla de contenido
El peeling facial, ¿en qué consiste?
El peeling facial no es otra cosa que la exfoliación de las capas más superficiales de la piel. Mediante el uso de una sustancia química exfoliante se logra su renovación por medio de dos efectos:
- Se eliminan las arrugas superficiales
- Se atenúan las arrugas más profundas
Son resultados visibles en un breve periodo de tiempo que también producen un efecto muy evidente a nivel emocional y anímico. Si te sientes bien cuando te miras en el espejo, también estarás más alegre y segura de ti misma. No lo dudes, apuesta por la belleza que tienes en ti.
¿Cuándo debo hacerme el peeling facial?
El peeling facial es muy aconsejable para eliminar arrugas finas y superficiales, pero también funciona con grandes resultados a la hora de reducir manchas en la piel y combatir los poros abiertos. También es ideal contra el acné y eficaz a la hora de disimular cicatrices.
Cómo se hace un peeling facial
Someterse a un peeling facial es muy fácil. Una vez te lo hagas en un centro profesional sólo tienes que aplicarte protección solar para proteger tu nueva piel del sol.
El especialista decidirá el tipo de peeling más adecuado con respecto a tu piel, tu estilo de vida, etcétera. La descamación de la piel sucederá a los 3 o 4 días del mismo.
Puedes realizarte peelings con asiduidad, cada veinte días o cada mes. En cualquier caso, es aconsejable dejar tu caso en manos de expertos que sepan ajustar el tratamiento a tu estilo de vida.
Los beneficios del peeling facial
Los beneficios que produce este tipo de peeling son evidentes. Produce bienestar en la piel y rescata tu belleza natural, reducida como consecuencia del cansancio y el estrés.
Sin embargo, es mejor no convertir la estética en una obsesión y saber darle el valor adecuado a la belleza anterior y a la autoestima.